Adivinanzas de Plantas y Árboles

¿Cuál es el vegetal que, leído al revés, se nos hace animal?

Híseme de huertos y jardines
Y plante muchos árboles frutales
Hiseme de vacas, ovejas, oro y plata
Y también de instrumentos musicales.

Una vieja jorobada
tuvo un hijo enredador,
unos hijos buenos mozos
y un nieto predicador.

Una torre abovedada,
sin postigos ni ventanas.

Yo soy el diminutivo
de una fruta muy hermosa.
Tengo virtud provechosa.
En el campo siempre vivo
y mi cabeza es vistosa.

Junto a la jara y el tomillo
en el monte me arrodillo.

Como cuerda, yo amarro.
Como cadenas, sujeto.
Tengo un brazo y muchos dedos.
Enterrados por el suelo.

¿En qué se parece un borracho y un pino?

Blanco soy como la nieve,
me sacan de una caña,
y aunque soy del otro mundo,
ahora ya nazco en España.

¿Qué planta es más necesaria para una señorita?

Millares de hermanos,
rubios como yo,
le damos la vida
al que nos tiró.

Ni raíz ni rama tiene
esta conocida planta.
Anda y anda por el mundo
y el peso del hombre aguanta.

Suelo ir de mano en mano.
Hojas tengo y no soy flor.
Aun teniendo muchas letras.
No soy de nadie deudor.

Adivina, adivinador,
¿qué árbol carga sin flor?

En el monte ladra
y en el monte calla.

¿En qué se parecen la bragas y las hojas de higuera?

En primavera te deleito.
En verano te refresco.
En otoño te alimento.
Yen invierno te caliento.

Con mi cara roja,
con mi ojo negro
y mi vestido verde
a todo el campo alegro.

Giro mi cuerpo ante el sol.
Por ser mi dueño y señor.

Si te digo: tres, catorce
y, además, digo mentiras,
¿es planta que tú conoces?

Habita, habita,
en el campo habita
y siempre habita.

Yo soy muy buena señora,
donde me plantan estoy,
pero si me dan la mano
buena puñalada doy.

Soy un pulmón vegetal,
llenito de clorofila;
si quieres pasar por lila,
di que soy un animal.

¿Quién es el que bebe por los pies?

Hojas tengo
y no soy árbol,
lomo tengo
y no soy caballo.

Encima de ti me subo,
tú de gusto te meneas,
yo con el gusto me voy,
tú con la leche te queas.

Verde nace,
verde se cría
y verde sube
al tronco arriba.

Dentro de una vaina voy
y ni espada ni sable soy.

El fuego me tiene miedo,
las plantas me quieren bien,
limpio todo lo que toco,
me tomas si tienes sed.

Entre col y col lechuga.
Entre lechuga, una flor.
Que al sol siempre está mirando.
Dorándose con su calor.

Pequeño como una nuez
y sube al árbol sin pies.

Está en el edificio.
También en la maceta.
La llevas en el pié.
La coges en la huerta.

Una pierna y un sombrero
se aguantan de pie.
¿Qué es?

Me siembran,
me siegan,
me trillan,
me muelen,
me amasan,
me cuecen,
me comen en casa.

Un árbol con doce ramas.
Cada rama, cuatro nidos.
Cada nido, siete pájaros.
Cada cual con su apellido.

Buena es la convivencia,
suave como el perfume de una flor.
Que se esparce por el ambiente,
Como el rocío de Hermón.

Tiene yemas y no es huevo,
tiene copa y no es sombrero,
tiene hojas y no es libro.

Soy roja como un rubí
y llevo pintitas negras,
me encuentro en el jardín,
en las plantas o en la hierba.

Colorín, colorán,
pasó por el mar.
Si no te lo digo,
no lo acertarás.

Sin ser árbol, tengo hojas.
Sin ser bestia, un buen lomo.
Y mi nombre en cada tomo.

Iba caminando
cuando la sentí;
me puse a buscarla
y no la encontré;
y como no la hallé,
me la llevé.

Pino sobre pino, sobre pino.
Lino, sobre lino, flores.
Y alrededor amores.

Mi nombre es de peregrino.
Y tengo virtud notable.
Me encuentras en los caminos.
Y mi olor es agradable.

Da oleadas como el mar,
tiene raspa y no es pescado,
y es la cosa más divina
que el alto cielo ha criado.

Verde nací, amarillo me cortaron.
En el molino me molieron.
Y blanco me amasaron.

¿Qué planta será la que en las personas está?

Tengo hojas sin ser árbol,
te hablo sin tener voz;
si me abres no me quejo,
adivina quién soy yo.

En lo más alto de los rosales,
tengo mi nombre
y nadie lo sabe.

Nombre de flor con las cinco vocales.

Tiene barbas y no es hombre,
tiene dientes y no come.

Olas hace,
río no es,
barbas tiene
y hombre no es.

Flor blanca,
mata verde,
maduro me cogen
y seco me venden.

Una vid muy grande es,
Y le cuelgan racimos hasta los pies.

¿Cuál es la planta que seca, agarra?

¿Qué es algo que crece en el piso pero no es pasto?

En abril,
si la ves relucir,
limpia la era
que trigo espera.

Verde primero,
negro después,
antes de morir
molido se ve.

Está en la navaja.
Y está en el cuaderno.
Se cae del árbol.
Antes del invierno.

Entro por el mar
y salgo por la garita.
¿Quién soy?

Vuela en el aire, pace en la tierra.
Se posa en los árboles, anda en la mano.
Se deshace en el horno y se ahoga en el agua.

Me monto,
se menea,
el gusto me da
y la leche se quea.

Verde me crié,
rubio me cortaron,
duro me molieron,
blanco me amasaron.

Sin el aire yo no vivo.
Sin la tierra yo me muero.
Tengo yemas sin ser huevo.
Y copa sin ser sombrero.

No creo que tanto valga.
Y hay que ser bastante bobo.
Para cometer un robo.
De tal planta que no es alga.

Tan chico como un comino
y va conmigo al molino

No soy ave
pero de mis huevos
se hacen palomitas
para los niños buenos.

Blanca fue mi niñez,
morada mi mocedad,
negra y prieta mi vejez,
adivina qué será.

Soy animal con oficio
Pico el árbol sin parar.
Si tú conoces quien soy.
Debes decírmelo ya.

Santa con nombre de flor.
Ya pesar de este retrato.
Me confunden con zapato.

Niños y niñas
con sus profesores,
pupitres y sillas,
pizarras y flores,
libros y cuadernos,
tizas, borradores,
muchos lapiceros
de varios colores.
Allí tu vas.
¿Lo adivinarás?

¿Qué árbol se desespera, cuando le quitan la fruta?

¿Qué le dice la higuera al gorrión?

Aunque no soy florista
trabajo con flores
y por más que me resista
el hombre arrebata
el fruto de mis labores.

Sin mí no tendrías pan,
ni pasteles, ni empanada.
Nazco verde y estoy dorada
por los días de San Juan.

Una pregunta muy fácil,
sabiéndola contestar.
¿Qué planta se riega justo,
cuando la van a cortar?

Es un árbol muy alto.
De estrecha copa.
En el cementerio.
Es donde mora.

Blanco fue mi nacimiento,
muy verde mi mocedad
y amarilla mi vejez.
¿Adivinas lo que es?

Es más alto que un pino y pesa menos que una pluma. ¿Qué es?

Cien niñas de colorado,
al balcón se han asomado.

No son flores,
pero tienen plantas
y también olores.

Es verde y no es del huerto,
tiene marea y no es mar,
y si yo no te lo digo,
no lo vas a adivinar.

¿Cuál es la planta que más huele?

Bueyes y vacas lo comen.
Y en el campo, verde.
Empaquetada lo ponen.

No soy sólo un tallito.
Pues si me tocas te harás daño.
Ya que la piel te irrito.

Siete puñalitos tengo
sin ser la madre de Dios;
tengo corona de espinas
y no soy nuestro Señor.

Mil dientes bien en fila.
Agudos y cortantes.
Que árboles robustos.
Derriban al instante.

Es verde y no es perejil,
pajizo y no es azafrán,
tiene corona y no es rey,
y espina sin ser del mar.

Ciudadano muy mirado.
Moderno camaleón.
Subido en tu árbol.
Cambias de color.

Me muevo, sin ser yo agua,
hago olas y no soy mar.
¿Me lo puedes acertar?

Nace, muere
y huele bien,
y cuando tú te la pones
te sienta la mar de bien.

Vive en pie constantemente
Con los brazos hacia fuera
Se desnuda en el otoño
Y se viste en primavera.

Con mi cara encarnada,
mi vestido verde
y mi ojo negro,
el campo alegro.

Tengo hojas sin ser árbol,
lomo tengo y caballo no soy,
y, aunque sin lengua ni boca,
buenos consejos yo doy.