Adivinanzas Inteligentes

Si estás participando en una carrera y adelantas al segundo, ¿en qué posición terminarás la carrera?

Como dos luceros cuelgo,
delante de dos cavernas,
sujeta estoy de dos ramas
que siempre están derechas.

¿Quién es el que puede hablar todos los idiomas?

¿Quién seré yo que encerrada
soy donde quiera que voy,
me encuentro siempre mojada
y al cielo pegada estoy?

Muchas damas en un agujero
y todas visten de negro.

Cuatro gatos en un cuarto,
cada gato en un rincón,
cada gato ve tres gatas,
adivina cuántos son.

En el campo fui criada
y en el campo fui nacida;
dondequiera que yo entro,
todos lloran y suspiran.

Si lo ves, es invierno;
si lo guardas, pereces;
cada día lo tomas
más de mil veces.

Tan largo como un camino.
Proviene de vegetal.
A pesar de su extensión.
En un cesto puede estar.

Es muy negro al parecer.
Su cuerpo carne no tiene,
porque la carne que veo
otro cuerpo la sostiene.

En el monte ladra
y en el monte calla.

Mi ser por un punto empieza.
Por un punto ha de acabar.
El que mi nombre acierte.
Sólo dirá la mitad.

Tengo cinco habitaciones.
En cada una un inquilino.
En invierno cuando hace frío.
Están todos calentitos.

¿Qué se puede hacer de noche, pero nunca de día?

¿A quién solemos matar,
si obramos con caridad?

Doy al cielo resplandores.
Cuando deja de llover.
Abanico de colores.
Que nunca podrás coger.

Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.

Juntos, en ovillo,
duermen los mellizos;
cuando se separan,
estirados andan.

¿Qué cosa ha sido
y tiene que ser,
y que cuando sea
dejará de ser?

Dos hermanas, mentira no es,
la una es mi tía, la otra no lo sé.

Tiene un ojo y nada ve,
por abrir no es cosa dura,
sin embargo por cerrar,
sí que cierra y sí que es dura.

¿Qué cosa posee el hombre
que nadie la puede ver?
Sin alas vuela hasta el cielo
y es la causa del saber.

Tengo un reloj que no me puedo poner, ¿Por qué?

Blanquilla es mi nombre
y endulzo la vida al hombre.

Tiene yemas y no es huevo,
tiene copa y no es sombrero,
tiene hojas y no es libro.

Me pisas y no me quejo.
Me cepillas si me mancho.
Y con mi hermano gemelo.
Bajo tu cama descanso.

Una estancia abovedada
donde el eco se recrea;
un batallón de soldados
repartidos en hileras;
no son machos los más fuertes,
que son los más fuertes hembras,
y una mujer entre ellos
por habladora está presa.

¿Qué es suficiente para uno, demasiado para dos y nada para tres?

Nadie lo ha visto en el mundo
ni lo ha llegado a tocar,
y ha derribado más casas
que arenas tiene la mar.

Es como algunas cabezas
y lleva dentro un cerebro
si la divido en dos piezas
y la como, lo celebro.

Digo pío
y no soy pájaro,
miento y digo la verdad.

Entre dos lo tejen,
entre dos repican.
Unos no llegan a nada
y otros se multiplican.

Alta y delgada.
Cabeza brillante.
Ilumina de noche.
A los navegantes.

En un lago hay una superficie cubierta de nenúfares y cada día esa extensión dobla su tamaño. Si tarda 10 días en cubrir el lago, ¿cuánto tarda en cubrir la mitad del lago?

Un bate y una pelota cuestan 110 € en conjunto. El bate cuesta 100 € más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?

Es tu favorita
cuando sientes frío;
la encuentras escrita
en el verso mío.

Primera en mi entendimiento,
la segunda en mi memoria,
tercera soy en el cielo
y ausente estoy de la gloria.

Damas comen de mi carne.
Damas comen de mi ser.
Si no adivinas mi nombre.
Poco ingenio has de tener.

Doy vueltas y no soy tiempo,
un secreto sé guardar,
si no me cuidan, me pierdo.
¿Con mi nombre sabrás dar?

En el aire voy volando,
una cuerda me mantiene
y la cola que yo tengo
la debo a quien me sostiene.

Dos niñas asomaditas
cada una a su ventana;
lo ven y lo cuentan todo,
sin decir una palabra.

Uso aguja sin coser.
Corto sin tijeras.
Y ando sin pié.

¿Qué es que cuando más le quitas más grande es?

Muchos lo dan, casi nadie lo toma.
Cuando se necesita no se recibe.
Si se recibe casi nunca sirve.

¿Porqué los dromedarios tienen una sola joroba?

Con mi cara tan cuadrada,
lisa o con dibujitos,
resignada y por los suelos,
me repito, me repito...

Te lo digo y
no me entiendes
no tengo boca y
si tengo dientes

Vence al tigre y al león.
Vence al toro embravecido.
Vence a señores y reyes.
Ya todos deja vencidos.

Rompe y no tiene manos.
Corre y no tiene pies.
Sopla y no tiene boca.
¿Qué te parece que es?

Tengo cabeza redonda,
sin nariz, ojos ni frente.
Mi cuerpo se compone tan solo
de blancos dientes.

Agujero de ratón,
guarda la casa como un león.

Incapaz soy de llorar,
doy amparo al peregrino,
por mis ojos de continuo
lágrimas corren al mar.

Si Ana habla más bajo que Carmen, y Elia habla más alto que Carmen. ¿Habla Ana más alto o más bajo que Elia?

Este enigma que te pongo,
piénsalo si te apetece:
más que tú lo usan todos,
sólo a ti te pertenece.

Kilómetros mido, hectolitros llevo.
Kilovatios doy, hectáreas mantengo.

La ciudad es un primor.
En su nombre tiene pan.
Y un sonido de tambor.
Un santo que honra le da.
Unos toros con furor.

Sube llena,
baja vacía,
y si no se da prisa,
la sopa se enfría.

¿Al de cuántos meses
se puede casar
la mujer de un viudo?

¿Qué ciudad de cuatro letras esta en el centro de la antigua Checoslovaquia?

Baja riendo
y sube llorando.

¿Qué es lo que se repite
una vez cada minuto,
dos veces cada momento
y nunca en cien años?

¿Qué será, qué no será,
que mientras más se le saca,
más hondo está?

Aunque músculos no tengo,
los techos yo sostengo.

Soy dama cruel, temerosa,
me paseo en verde prado,
y todo aquel que me mira
se queda muy espantado.
Yo luzco un largo vestido
que en tienda no fue comprado,
no fue por mano de sastre,
ni medido ni cortado.

Vive en pie constantemente
Con los brazos hacia fuera
Se desnuda en el otoño
Y se viste en primavera.

¿Cuantos huevos te puedes comer con el estomago vacío?

El boticario y su hija, el médico y su mujer, se comieron nueve huevos, les tocaron a tres.

Abierta siempre estoy
para todos los niños.
Cerrada y triste me quedo
los domingos.

Redondito como un queso,
con cien metros de pescuezo.

Dos hermanas son,
pero diferentes
en su educación.