Lista con más de 600 adivinanzas con rimas para adultos y niños. Esas adivinanzas tienen respuestas y se clasifican por dificultad (fácil, medio y difícil) y sujeto (frutas, animales, etc.).
Tengo de rey la cabeza
calzo espuela pavonada,
llevo barba colorada,
mi sueño temprano empieza
y madrugo a la alborada.
Dos niñas van a la par.
Y no se pueden mirar.
Que timbre y número tenga
y en verdad portal no sea
es cierto, y el que desea
hablar por él, no lo cuelga.
Tres partes tiene mi nombre:
en Francia está la primera;
la segunda, aunque te asombre,
dentro de un cisne se esconde
y la tercera la tiene la cocinera.
Lentes chiquitas,
jóvenes o viejas:
si quieres nos tomas
y si no nos dejas.
En Pergamo estaba.
Y allí se le escribió
Para que el amonestara,
A los que se apartaron de Dios.
Bajo mi carpa gigante,
acojo a chicos y grandes.
Payasos y trapecistas,
son típicos en mis pistas.
En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.
A pesar de no ser buque
tengo cuerdas y atavíos,
también tengo un regio puente,
pero nunca he visto un río.
En el mar es donde vivo.
Plateado es mi color.
Cruzo veloz como el rayo.
Adivina quién soy yo.
Está en el edificio.
También en la maceta.
La llevas en el pié.
La coges en la huerta.
Tengo patas bien derechas,
pero no me puedo mover,
llevo a cuestas la comida
y no la puedo comer.
Escucha tú mis consejos
dijo un sabio de Sión.
A mancebos distraídos
Que descuidan su salvación.
Mi pueblo es costero,
sueño con el mar,
en mi viejo barco
me voy a pescar.
De celda en celda voy.
Pero presa no estoy.
Con la mitad de mi nombre
te alimento,
y con la otra mitad,
te aumento.
Sal al campo por las noches.
Si me quieres conocer.
Soy señor de grandes ojos.
Cara seria y gran saber.
En medio del mar
hay una negrita,
no come ni bebe
y siempre está gordita.
Era gigante,
con más de seis codos de altura.
Y murió de una pedrada,
Que le rompió su cabeza dura.
Almacén de historias rotas soy.
Yen los rincones de oficinas.
Y colegios estoy.
Ya ves, ya ves,
tan claro que es.
No me la adivines
de aquí a un mes.
Adivina, adivinanza,
tiene un solo ojo
y una cara ancha.
Anteayer fui huevo,
ayer capullito;
y mañana vuelo
como un pajarito.
¿Quién es aquél tan ligero
que dos mil faltas compone
y la dama se lo pone
por el miembro más bajero?
Fruta es, ciudad también.
Gran reino fue
Y ahora bonita ciudad es.
En la ventana soy dama,
en el balcón soy señora.
En la mesa cortesana
y en el campo labradora.
Verde fue mi nacimiento,
encarnado mi vivir,
y negra me fui poniendo
cuando me quise morir.
Se hace con leche de vaca, de oveja.
Y cabra y sabe a beso.
¿Qué es eso?
Blanquilla es mi nombre
y endulzo la vida al hombre.
En el campo fui nacida,
en el campo me alimento;
dondequiera que me llevan
es para darme tormento.
Te digo y te repito
que si no lo adivinas
no vales un pito.
Cinco hijitos tiene cada una
y dan tortazos como ninguna.
Es un momento muy importante.
Cuentas tu edad desde ese instante.
Almacén de historias rotas
dicen muchos que yo soy
y en colegios y oficinas
por los rincones estoy.
Mi nombre lo leo,
mi apellido es pardo,
quién no lo adivine,
es un poco tardo.
De un huevo sale
Para enviar mensajes vale.
En granada hay un convento
con monjas mas de cien mil,
se miran unas a otras
por un velo muy sutil.
Pobrecito, pobrecito,
siempre andando,
siempre andando,
nunca sale de su sitio.
Atento, que vengo de zumba,
que crío a mis hijos sin pelo ni pluma;
atento, que zumba y aprieta,
que crío a mis hijos
sin pluma, ni pelo, ni teta.
Pica picando,
con su colita arrastrando.
Un palillo muy derechito.
En su cabeza un sombrerito.
¿Quién será la que pasa entre mis ojos.
Si no soy más que un puente y no la cojo?
De claro como el agua al rojo oscuro,
salud y alegres fiestas os procuro.
Me lleváis,
me traéis,
y si sois nuevos
quizás me mordéis.
Soy cuerpo que nadie vio,
resisto entre los mortales,
soy causa de muchos males,
pero si faltase yo
morirían lo animales.
Un hombre vio a Pedro y a Juan,
Que subían al templo a orar.
Y ellos le dijeron en el Nombre de
Jesucristo hoy te vas a levantar.
¿Qué es, qué es,
que te da en la cara
y no lo ves?
De leche me hacen
de ovejas y cabras que pacen.
Era general de un ejército
hombre de gran valor.
Pero con una enfermedad
Que le causaba dolor.
Si te pregunto
cómo se llama
este gran bicho,
ya te lo he dicho.
Agua pasa por mi casa, cate de mi corazón.
Si no me adivinas esta adivinanza serás un burro cabezón.
Un bulto veo venir,
sus pasos no hay quien los cuente,
y cuando se acerca a mí,
meto mi cuerpo en su vientre.
Cuatro patas tiene
y no puede andar
también cabecera
sin saber hablar.
¿Cuál es la cosa peor
que en el mundo puede haber,
que esa misma es la mejor,
pues mala, da el merecer
y buena, vida y honor?
Es bella, de hermosos frutos
y de fuentes cristalinas.
¿Quiénes dijeron esto
de la tierra de Palestina?
Calvo sube, calvo sube,
Decían al Profeta, unos jóvenes malosos.
¿Y cuantos de ellos murieron
Despedazados por dos osos?
Muchas damas en un castillo,
todas visten de amarillo.
Cerca del polo, desnuda,
sentada sobre una roca,
suave, negra, bigotuda.
Todas las mujeres lo tienen entero,
y por presumir le rompen el cuero,
meten lo tieso por lo blanco
y las pelotillas se quedan colgando.
En el estanque de bethesda,
Un milagro sucedió.
N o fue el ángel, no fue el agua,
Fue Jesús, quien lo realizó.
Al principio una cama
y una fiera después.
¿Alguno de vosotros
sabe qué animal es?
Era un hombre que meditaba,
con profunda devoción.
Poderoso en las escrituras,
Y noble de corazón.
Una señorita
va por el mercado,
su cola es muy verde,
su traje morado.
Solo tres letras tengo.
Pero tu peso yo sostengo.
Si me tratas con cuidado.
Te llevare a cualquier lado.
Rabo largo
a un ratoncillo
estaba buscando.
Si no hubiera sido
por el agujerillo,
¿qué habría sido del ratoncillo?
Sí mona, así te quiero,
un galán aseguraba
y a su dama así le daba,
astuto, su nombre entero.
Colgada voy por delante.
Y al hombre hago elegante.
Una cosa quiquiricosa,
pasa por el agua y no se moja,
pone huevos y no es gallina,
tiene albarda y no es pollina.
Culebrinas de papel.
De varias tonalidades.
Las tiramos en las fiestas.
Y también en carnavales.
Un barbecho
bien labrado,
ni entra mula,
ni entra arado.
¿Quién será la desvelada,
lo puedes tú discurrir?
Día y noche está acostada
y no se puede dormir.
Dicen que tiene y no tiene,
mucho pincha, poco retiene.
Duerme bien en su cunita
a veces es un llorón,
pero también se sonríe
tomando su biberón.
Es un bebé
que toma té y café.
Preparo el terreno
y la semilla siembro;
siempre esperando
que el sol y la lluvia
lleguen a tiempo.
Unas son redondas,
otras ovaladas,
unas piensan mucho,
otras casi nada.
El cielo y la tierra se van a juntar.
La ola y la nube se van a enredar.
Vayas donde vayas siempre lo verás.
Por mucho que andes nunca llegarás.
Ordenes da, órdenes recibe,
algunas autoriza, otras prohíbe.
¿Quiénes curaron su mal,
mirando a una serpiente de metal?
Bramido a bramido.
Antes de las tormentas.
Todos lo hemos oído.
Se fueron a peregrinar,
ella y su marido también.
Y llegaron a los campos de Moab,
Procedentes de Belem.
Mi nombre es de peregrino.
Y tengo virtud notable.
Me encuentras en los caminos.
Y mi olor es agradable.
En un rincón de la clase,
dónde yo estoy colocada,
acudes con los papeles
que no te sirven de nada.
Sin hueso y sin compostura,
todos los hombres lo llevan
incluido el señor cura.
El burro me lleva a cuestas,
metida en un baúl,
yo no la tuve jamás
y siempre la tienes tú.
¿Qué es, qué es,
y nada a la vez?
Tan alta como el cielo,
pero toca bien el suelo.
Navegando para Roma,
Un viento los hizo naufragar.
¿Más quien dijo a Pablo,
No temas que todos sa han de salvar?
Oro parece,
plata no es.
El que no lo sepa,
un tonto es.
Amarillo, amarillo,
y no lo aciertas en un añillo.
Treinta y dos sillitas blancas
en un viejo comedor,
y una vieja parlanchina
que las pisa sin temor.
Es un campo colorado
con los surcos muy derechos;
muy en alto está situado
e inclinado de dos lados.
Grande fue su pecado
pero más fea su traición.
Y tres dardos veloces
Traspasaron su corazón.
Da oleadas como el mar,
tiene raspa y no es pescado,
y es la cosa más divina
que el alto cielo ha criado.
Alta y delgada.
Cabeza brillante.
Ilumina de noche.
A los navegantes.
Tan redondo como una nuez,
mientras más le quitas
más grande es.
El que pinta es pintor.
Yo pinto y no recibo tal honor.
Aunque soy iluminada
siempre me tienen colgada.
Pedro fue apóstol,
San Juan evangelista,
Y en que fiesta murió,
San Juan el Bautista.
En la calle me toman,
en la calle me dejan;
en todas partes yo entro,
de todas partes me echan.
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